Buenos días.
Intento en estas parrafadas matinales dar ánimo, provocar un poquito la reflexión a partir de la mía propia... Unos días lo consigo y otros no. Como en cualquier otra cosa que intente.
Me ha sido relativamente posible hablar de lo que nos está pasando de una manera muy desde dentro pero a la vez despersonalizada. Pensando en todo el mundo pero en nadie en concreto.
Hoy lo siento pero no puedo. Muchos de quienes pasáis por aquí sabéis por qué, y a quienes no lo sepáis tampoco os hace falta saberlo y seguro que lo respetáis.
Sólo os pido que me acompañéis con un pensamiento, una oración o lo que a cada uno le salga de lo más íntimo y le sirva para mantener encendida la luz de una esperanza, como esa vela que cada noche pone en su muro una queridísima amiga y que ayer, por primera vez, iba dirigida a una de las personas más buenas y generosas que he conocido en toda mi vida.
Y que en este momento necesita toda la esperanza que seamos capaces de ofrecerle.
Por favor, cuidaos mucho y cuidad de vuestra gente. De verdad que se os quiere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario