Hace unos días os propuse una receta de lengua al vino tinto. Hoy os ofrezco otra manera estupenda de preparar la lengua, bastante menos trabajosa. Y es que cuando compro lengua siempre me llevo dos, una para cocinar y otra para congelarla, y la segunda normalmente la preparo así.
Esta receta de hoy es una variación de una receta clásica, la lengua escarlata, que se llama así porque se usa para hacerla sal nitro, que le da un color rojizo muy especial. Pero la sal nitro hay que comprarla en la farmacia y hay que pesarla con mucho cuidado porque es tóxica, y para hacer la receta clásica hay que tener la lengua metida en sal ¡ocho días! Así que pensando en ello se me ocurrió esto, y no sé si está feo decirlo pero queda muy bien.
La primera parte es hervir y pelar la lengua. Como ya está explicado no voy a repetirme, hacéis lo que se indica en la otra receta pero sin el vino tinto y ya está, pero esta vez la dejáis hervir durante hora y media.
Una vez escurrida y pelada la traspasáis por unos cuantos sitios con una aguja larga. Bueno, yo uso un alambre de un milímetro de diametro o así. Seguidamente cogéis un recipiente de paredes altas, ponéis un fondo de sal gorda como de un centímetro, ponéis la lengua encima y añadís sal gorda hasta que está totalmente cubierto. Lo dejáis en un sitio fresco durante 48 horas. Más o menos lo que tendréis es esto:
Pasadas las 48 horas sacáis la lengua de la sal, la remojáis ligeramente en agua fría para quitarle la sal que se le haya quedado pegada y la secáis bien.
Cuando esté bien seca la cortáis en rodajas finas. Tendréis un fiambre bien sabroso que además bien tapado se conserva en la nevera perfectamente durante una semana.
Mucho te gusta la lengua...yo no puedo soportarla :(
ResponderEliminarMe parece un manjar.
EliminarMe parece un manjar.
EliminarY ponerla en sal tres dias. Cocerla, pelarla y después cocinarla.
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