miércoles, 14 de septiembre de 2016
RATATOUILLE AL ESTILO DE "RATATOUILLE"
Todos habéis visto la peli, que me parece increíblemente buena. Casi al final el crítico Anton Ego acude al restaurante con el ánimo sombrío de siempre y ganas de machacar a saco. Pero le preparan una versión depurada de un clásico, el ratatouille, y el hombre tiene un retorno a la infancia y cambia de carácter para siempre. El ratatouille es la versión francesa de ese guiso universal que aquí llamamos pisto, sanfaina, en fin, unas hortalizas guisadas juntas con algún tipo de salsa que les dé cohesión y eso. Normalmente las hortalizas se cortan a tacos y se fríen a fuego lento, pero la peli ofrece otra posibilidad muy interesante, que es la que os voy a contar.
Sólo necesitáis un par de calabacines de esos alargados, un par de berenjenas del mismo tamaño y un par de tomates, sal, aceite, alguna hierba, pimienta blanca y aceite. También vais a necesitar salsa de la que os explico en la receta de la terrina de cerdo y ternera, aquí:
http://alexestruch.blogspot.com.es/2016/09/terrina-de-cerdo-y-ternera.html
Lo primero va a ser encender el horno a 180º. Mientras se calienta vamos a cortar las hortalizas en rodajas como de 3 mm o así. Yo lo hago con un cuchillo de esos grandes muy afilados, pero si tenéis una mandolina os será más fácil.
Una vez cortadas, sabiendo que tenemos el mismo número de rodajas de cada una de ellas, las ponemos alternadas en una bandeja para horno, de fuera hacia dentro. Como veréis me sobraron algunas rodajitas pequeñas de berenjena y las puse también.
Queda mono, ¿no? Ya se ve que he echado un chorrito de aceite. También he puesto sal, pimienta blanca y cilantro, que es una hierba a la que me estoy aficionando. Todo ello con alegría pero sin pasarse, claro. Seguidamente hay que tapar lo mejor que se pueda con papel de plata y meterlo en el horno, ya caliente, a media altura.
Lo vamos a dejar en el horno una hora, sí, sesenta minutazos. Pasado este tiempo estará todo cocido, pero lo vamos a destapar y lo vamos a dejar media hora más para que se dore un poco. Queda así:
Bonito, no digáis que no. En realidad esto ya estaría para comerlo. Pero veréis. En la peli el plato tiene este aspecto:
Recordad que ni siquiera es una foto, es un dibujo, así que ni en tres vidas os va a quedar así. Pero podemos intentar acercarnos. Cogemos con una espátula unos cuantos ciclos (un ciclo es un trío de rodajas diferentes), en este caso cuatro ciclos, los colocamos en el plato intentando hacer un círculo y le añadimos la salsa. Vale, no pongáis tanta salsa si no queréis, pero pensad que nosotros no la ponemos para rellenar un plato semivacío, la ponemos porque está muy buena. Sale así:
Ya os he dicho que no esperéis que os quede como un dibujo, ¿no? En la receta original va con una especie de vinagreta ligera, aceite y vinagre por mitades y algún hierbajo. Pero a mí se me ha ocurrido que le quedaban de cine unas virutas de parmesano. En realidad es grana padano, que es el parmesano de los pobres porque sabe casi igual y cuesta menos de la mitad. Y el resultado final es esto que veréis aquí abajo:
Y ya me lo contaréis.
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