Me lancé a los caminos en busca
de una flor capaz de despertarme
los sentidos, de alejar
todas las nubes, de encender
todos los fuegos y saciar
todas las hambres.
Salí para encontrarme
con un futuro que imaginaba
escondido
entre brumas aceradas,
hojarascas rojizas
esbozando matices, inquietantes
luces y horizontes.
Me reuní con el mañana
en la memoria del niño que soñaba
con ser hombre para poder
dormir entre tus brazos. Y hoy
soy el hombre que despierta
entre tus brazos para soñar que vuelve
a ser un niño.
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